Me encuentro en lo profundo de un pozo
consumiéndome entre tinieblas
entre crudos pensamientos y crudas ideas
que carcomen los tiernos recuerdos.
Esta oscuridad me sofoca,
me ahoga entre llanto y carcajadas
con las más amargas lágrimas saladas
y con la risa irónica que incomoda.
Pequeños destellos se asoman
por segundos ante mis pupilas hinchadas
que ya no distinguen el bien del mal
que se autodestruyen para no mirar.
Y en la oscuridad absoluta me echo
sobre el suelo frío y húmedo
dejándome morir en vida de cero
que nunca existió en mi cerebro.
1 comentario:
Como siempre el talento de la escritora permite que sus palabras trasciendan el sentimiento de quien lee cada línea.
Viajante
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